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Paseo por la toponimia y onomástica de las bases antárticas chilenas

⊛ 19 de Dic del 2012 ☉ Artículos de prensa Divulgación y educación ECA ⎙ Print


La base “Presidente Gabriel González Videla”, en la bahía Paraíso, estrecho de Gerlache, recuerda al primer mandatario, a nivel mundial, que visitó el Continente Blanco el 18 de febrero de 1948.

Aquí se presenta el origen del nombre de las bases antárticas chilenas y también el de los sitios geográficos donde se yerguen. La toponimia y la onomástica relacionadas con las bases chilenas nos revelan la huella de una presencia nacional cada vez más marcada en el tiempo y con una clara expansión de su alcance geográfico. Es evidente que la continua actividad nacional emprendida desde el año 1947 a la fecha va teniendo un correlato en la toponimia y en el nombramiento de bases y refugios. Igualmente patente es que se amplía el rango de territorios visitados por chilenos, yendo desde el sector de la península Antártica (con un claro foco en las islas Shetland del Sur) hacia el interior del continente.

Cosas y nombres. La tensión que se produce en forma casi inevitable entre un objeto y una palabra que lo nombra, ha estado presente en cada viaje exploratorio de la Antártica. Todo ahí extendido, único, innombrado, pero no innombrable. Como escribiera el Dr. Guillermo Mann, precursor del estudio biológico del Continente Blanco, “En el incansable afán de someter a su conocimiento y a su intervención cultivadora todo el planeta que el destino le asignó por morada, el hombre ha invadido desde hace pocos decenios las últimas regiones que durante miles de años se habían substraído a su visión: la Antártica.”

La toponimia y la onomástica relacionadas con las bases chilenas nos dan la oportunidad para dar un paseo por la historia de la presencia nacional en la Antártica y también de otros países que han dejado su huella y sus nombres.

Que este paseo comience en Punta Arenas no es casual. Algunas de las más legendarias expediciones de la época heroica de la aventura polar zarparon desde los puertos y muelles de la ciudad, se abastecieron (por ejemplo, de carbón) y dieron aquí descanso a sus tripulaciones y tribulaciones (como hiciera Shackleton). El 6 de marzo de este año se inauguraron tres placas bilingües instaladas en la entrada del muelle Prat, con información del paso de renombrados exploradores polares por Punta Arenas.

En la actualidad, todos los grupos de investigación pertenecientes al Programa Nacional de Ciencia Antártica (PROCIEN) llegan a la sede principal del Instituto Antártico Chileno (INACH), en Punta Arenas, para ser informados sobre las normativas antárticas y para la coordinación logística general. Esta sede ocupa la Casa Blanchard, en la vereda oriental de la Plaza de Armas, que perteneció a Juan Blanchard (1868-1955), directivo de la Sociedad Ballenera de Magallanes con intensa actividad en las islas Shetland del Sur a comienzos del siglo XX.

También pueden visitar el flamante edificio de laboratorios “Embajador Jorge Berguño Barnes”, a tres cuadras del INACH, cuyo nombre homenajea a este destacado diplomático e historiador chileno (1929-2011), uno de los grandes precursores e ideólogos de la Política Antártica Nacional junto a Óscar Pinochet de la Barra (n. 1920) y con un rol de importancia en la redacción y negociación del Protocolo al Tratado Antártico para la Protección al Medio Ambiente.

Desde aquí, los investigadores abordan un avión o un barco para llegar a la isla Rey Jorge, donde existen varias bases, tanto chilenas como de otros países. Esta isla, que tiene una posición central en el conjunto de las islas Shetland del Sur, fue descubierta en 1819 por William Smith (1790-1847) y nombrada en honor del monarca Jorge IV
de Inglaterra (1762-1830). Asimismo, Smith nombra al conjunto de islas “Shetland” en recuerdo de las islas que están al norte de Escocia.

El avión aterriza en el aeródromo “Teniente Rodolfo Marsh”, utilizado por numerosos programas antárticos y también por empresas de turismo. Rodolfo Marsh Martin (1908-1937) organizó en 1935 junto al Capitán Carlos Abel la Línea Aérea Experimental a Magallanes. El 18 de enero de 1937, los aviones anfibios Sikorsky S-43 “Chiloé” (piloteado por Marsh) y “Magallanes” realizan el primer viaje a Magallanes en un día. Unos meses más tarde, en mayo de 1937, el teniente Marsh fallece trágicamente en un accidente aéreo, justamente cuando iba en ayuda de un avión que había amarizado de emergencia en la ruta Puerto Montt-Punta Arenas.

Desde la elevación en que se encuentra este aeródromo, se aprecia la bahía Fildes y la base “Presidente Eduardo Frei Montalva”, administrada por la Fuerza Aérea de Chile y que fue construida después de la destrucción de la base “Pedro Aguirre Cerda”, en la isla Decepción en el último ciclo eruptivo de este volcán aún en actividad. Su nombre recuerda al presidente Frei (1911-1982), quien declaró oficialmente el 6 de noviembre como “Día de la Antártica Chilena” en 1965. La base fue inaugurada el 7 de marzo de 1969 como el “Centro Meteorológico Antártico Presidente Eduardo Frei Montalva”.

La caza de focas atrajo a muchos aventureros hacia el sector de las islas Shetland del Sur a comienzos del siglo XIX. En pocos años la población de focas casi desapareció. Uno de aquéllos, el inglés Robert Fildes, daría su nombre a estas bahía y península ubicadas en la costa suroeste de la isla Rey Jorge. En invierno la bahía se congela al punto de ser posible cruzar al otro extremo, donde se encuentra la base coreana King Sejong.

A un costado de la base Frei, está la base “Profesor Julio Escudero”; su nombre le fue otorgado en memoria del profesor de Derecho Internacional Público y jurista chileno Julio Escudero Guzmán (1903-1984), quien redactó el Decreto Supremo n. 1.747, del 6 de noviembre de 1940, que fijó los límites del Territorio Chileno Antártico. Además, el profesor Escudero tuvo una relevante participación en la redacción del Tratado Antártico. La construcción de la base fue posible gracias al apoyo del Gobierno Regional de Magallanes, inaugurándose el 5 febrero de 1995.

Desde este punto, nuestros investigadores pueden dispersarse a otras bases, refugios y campamentos en la región de las Shetland, de la península Antártica y del continente.

Pueden ir a los refugios “Julio Ripamonti” 1 y 2, en la isla Ardley, construido uno por la Fuerza Aérea de Chile en 1982 y traspasado al INACH en 1988, y el otro construido por el Alfred Wegener Institute, quien lo cedió al INACH en 1997. Julio Ripamonti Barros (1917-1983) fue el arquitecto integrante del grupo pionero que construyó la primera casa polar en puerto Soberanía, durante la expedición nacional de l947, y de otras construcciones en las expediciones que siguieron. La isla Ardley corresponde a la pequeña porción sureña de la isla Rey Jorge y es isla o península según la altura de las mareas que en pleamar logran cubrir el delgado istmo que une las dos masas de tierra. Su nombre recuerda al teniente Richard Arthur Blyth Ardley (1906-1942), oficial de la nave británica Discovery II.

En el mismo sector de la isla Rey Jorge, está el refugio Collins, diseñado el año 2006 por el joven arquitecto magallánico Marko Matulic y construido por el INACH, que lo instaló a los pies de la bahía Collins, cartografiada por el geólogo escocés David Ferguson en 1913-14 y cuyo nombre no tiene un origen definido. Este refugio sirve principalmente a los investigadores que estudian la población de Deschampsia antarctica presente en los sectores libres de hielo, a los pies del enorme glaciar que fluye hacia esta bahía.

Otra alternativa es ir a la más antigua de las bases chilenas, la base “Capitán Arturo Prat”, ubicada en la bahía Chile, isla Greenwich, y construida y administrada por la Armada de Chile. Se inauguró el 6 de febrero de 1947 con el nombre de “Soberanía”. La isla Greenwich probablemente deba su nombre a los foqueros que a principios del XIX llegaron de los pueblos homónimos tanto de Inglaterra como de Estados Unidos. En esta isla también se yergue el refugio “Bahía Yankee”, en relación al capitán Edmund Fanning (1769-1841) de la flota foquera yanqui que trabajó en el área en la temporada 1820-21.

Cruzando el estrecho de Bransfield, damos con la base “General Bernardo O’Higgins”, que se ubica en el cabo Legoupil, en la península Antártica. Es la segunda base que Chile construyó en la Antártica y es administrada por el Ejército de Chile. Fue inaugurada el 18 de febrero de 1948, con la presencia del presidente Gabriel González Videla (1898-1980). El cabo Legoupil fue descubierto por la expedición de Dumont D’Urville (1790-1842), quien antes de llegar a aguas antárticas había recorrido y estudiado el estrecho de Magallanes. D’Urville le dio el nombre a este cabo por un miembro de la expedición llamado Ernest Goupil (1814-1840).

Veintiún kilómetros al este de la base O’Higgins está el refugio “Abrazo de Maipú”, recordando el gesto de los generales O’Higgins y San Martín el 5 de abril de 1818, cuando se sella la Independencia de Chile.

También en la península Antártica, en su extremo norte, está el refugio “General Jorge Boonen Rivera”, administrado por el Ejército de Chile. Se ubica en la bahía Duse, a 56 km de la base O’Higgins, y fue construido originalmente por el British Antarctic Survey (la “Station V”) y transferida a Chile el año 1996, rebautizándolo como “General Ramón Cañas Montalva”, por el Comandante en Jefe del Ejército que acompañó al Presidente González Videla en su viaje a la Antártica en 1948. Cañas Montalva (1896-1977) es reconocido como uno de los personajes más relevantes del desarrollo antártico nacional y quien dejó una profunda huella durante su paso por Magallanes. En tanto, Boonen Rivera (1858-1921) fue Inspector General del Ejército con un activo rol en la modernización de esta institución a fines del siglo XIX y miembro de la Comisión Antártica de 1906, que tenía por misión preparar una expedición a la zona antártica americana en el ejercicio de los derechos soberanos de Chile en ese sector. Sin embargo, el terremoto del 16 de agosto de 1906 obligó a aplazar esta iniciativa.

Volviendo al sector de las Shetland, los científicos, particularmente aquellos interesados en el lobo fino antártico (Arctocephalus gazella), pueden visitar la base “Dr. Guillermo Mann”, que se encuentra en el cabo Shirreff, isla Livingston. No se debe confundir con el refugio del mismo nombre, ubicado en punta Spring, construido en 1972-74 por el INACH. Guillermo Mann fue un zoólogo, naturalista y ecólogo chileno (1919-1967), Director del Centro de Investigaciones Zoológicas de la Universidad de Chile. Participó en la expedición antártica de 1947, comisionado por el Ministerio de Agricultura. Publicó “Biología de la Antártica Sudamericana” en 1948, uno de los primeros libros de este tipo en el mundo y del que extrajimos la cita que inicia este escrito. El cabo Shirreff se ubica en el norte de la isla Livingston y Edward Bransfield (1785–1852), capitán de la Marina Real Británica, lo denominó así en 1820 en honor del capitán William H. Shirreff (1785-1847), en aquel tiempo comandante general en el Pacífico. En tanto, la isla Livingston quizás deba su nombre al capitán Andrew Livingston, de Glasgow.

Más al norte, veremos la base “Luis Risopatrón”, construida en 1957 por la Armada de Chile y posteriormente traspasada al INACH. El destacado geógrafo y explorador Luis Risopatrón (1869-1930) es autor de un mapa de la Antártica Sudamericana (1907), carta utilizada por Chile y Argentina para discutir una delimitación entre 1907 y 1908, y también fue parte de la Comisión Antártica de 1906. La base Risopatrón se encuentra en la isla Robert, probablemente nombrada por así por Robert Fildes en honor al bergantín “Robert”, que participó en actividades foqueras en las Shetlands del Sur en 1821-22.

En la isla Decepción estuvo hasta 1967 la base “Pedro Aguirre Cerda”. Las erupciones de ese año destruyeron esta base administrada por la Fuerza Aérea de Chile, que recordaba al presidente Aguirre Cerda (1879-1941), quien firmó el ya nombrado decreto supremo donde se señala lo siguiente: “Forman la Antártica Chilena o Territorio Chileno Antártico, todas las tierras, islas, islotes, arrecifes, glaciares (pack-ice) y demás, conocidos y por conocer y el mar territorial respectivo, existentes dentro de los límites del casquete constituido por los meridianos 53 grados longitud oeste de Greenwich y 90 grados longitud oeste de Greenwich”. El nombre de la isla Decepción fue registrado por el norteamericano Nathaniel Palmer en 1820.

Abandonando el sector de las Shetland y navegando hacia el sur, encontramos la base “Teniente Luis Carvajal”, ubicada en la isla Adelaida y construida por el British Antarctic Survey en 1961. Su denominación original fue “Base T” y fue cedida al Gobierno de Chile en 1983, quedando bajo la custodia de la Fuerza Aérea de Chile. El nombre de esta base recuerda al piloto de helicóptero teniente Luis Tomás Carvajal Villarroel, quien es uno de los primeros mártires de la Fuerza Aérea, junto al cabo segundo Rolando Pizarro Valencia. Ellos fallecieron en un accidente aéreo ocurrido el 26 de septiembre de 1980, cuando ejecutaban tareas de abastecimiento de bases chilenas ubicadas en el interior del continente. La isla Adelaida recuerda a la reina esposa del Rey Guillermo IV de Inglaterra. Frente a esta isla, está la hermosa bahía Margarita, descubierta en 1909 por el explorador francés Jean B. Charcot (1867-1936), quien la nombró así por su esposa. Ella había acompañado en 1908 a Charcot hasta Punta Arenas, desde donde el expedicionario francés zarpó rumbo a la Antártica en su segunda expedición. Cerca de esta base está el refugio “Comodoro Guesalaga”, de la Armada de Chile, en la isla Avian, al sur de la isla Adelaida y que debe su nombre a la cantidad y variedad de aves vistas en el lugar. El Comodoro Federico Guesalaga Toro comanda la primera expedición antártica oficial del Estado de Chile, con las naves “Iquique” y “Angamos”, el año 1947.

La base “Presidente Gabriel González Videla”, en la bahía Paraíso, estrecho de Gerlache, recuerda al primer mandatario, a nivel mundial, que visitó el Continente Blanco el 18 de febrero de 1948. Esta base es administrada por la Fuerza Aérea de Chile. El belga Adrien de Gerlache (1866–1934) fue el comandante de la primera expedición científica antártica (1897-99), la que también zarpó desde el puerto principal de Punta Arenas, luego de dos semanas de preparación. Lo acompañaban varios hombres polares de renombre: Amundsen, Cook, Racovitza, Danco, Arctowski.

Ya en el sector continental antártico, nos encontramos con la base “Antonio Hunneus Gana”, en los montes Ellsworth. Hunneus (1870-1951) fue Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, promotor del proyecto de ley que financiara una expedición a la Antártica y presidente de la Comisión Antártica de 1906. En la misma época participó en negociaciones con Argentina para definir una frontera en la Antártica. Los montes Ellsworth honran al explorador estadounidense Lincoln Ellsworth (1880-1951), que realizó el legendario vuelo transantártico de 1935.

Cerca se encuentra la base “Teniente Arturo Parodi Alister”, en recuerdo del teniente primero de la Fuerza Aérea de Chile, piloto del primer vuelo antártico chileno en un hidroavión Vought Sikorsky embarcado en el transporte “Angamos”, de la Armada de Chile, durante la Expedición Antártica Chilena de 1947 (15 de febrero).
Este paseo es, sin duda, incompleto, más aún hoy cuando nuestro país piensa abrir una nueva base chilena en la Antártica para avanzar en el conocimiento polar y expandir la presencia chilena en este territorio que tan previsoramente tuviera en mente O’Higgins. ¿Cuáles serán los nombres de las próximas bases? Quizás no sepamos todavía esos nombres, pero el objetivo sigue siendo el mismo que señalara Guillermo Mann en el libro citado al comienzo de este artículo: “Tal ampliación de su esfera geográfica trae consigo, para la conciencia nacional, también, el deber de cooperar en la tarea de poner esos dominios al servicio de los grandes intereses de la cultura humana”.

Por Reiner Canales C.
Departamento de Comunicaciones y Educación – Instituto Antártico Chileno.