Mediante la toma de muestras de aves en el continente helado, un equipo de
investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Instituto Milenio BASE,
Instituto Milenio CRG e Instituto Antártico Chileno, reveló niveles inusuales de
mortalidad de skúas en su distribución más meridional producto del virus de Influenza
Aviar de Alta Patogenicidad (H5N1) en la Antártica.

En las costas heladas del continente más remoto, un nuevo desafío amenaza la
biodiversidad. Desde Chile, un grupo de investigación internacional confirmó la presencia
del virus de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (HPAI, del inglés Highly Pathogenic
Avian Influenza) del subtipo H5N1 en skúas, aves carroñeras esenciales para el equilibrio
ecológico de la Antártica. Este hallazgo marca el registro más austral de la enfermedad
pudiendo tener implicancias críticas para la conservación de la fauna marina en la región.
“Estos resultados son producto de un trabajo en conjunto y colaborativo entre
investigadores de distintas Instituciones como INACH, Escuela de medicina de la UC y de
Empresa PONANT que tienen como objetivo en común la vigilancia y monitoreo de la gripe
aviar y su posible impacto en la biodiversidad antártica de aves y mamíferos”, señala la
Dra. Juliana Vianna, directora del Laboratorio de Biodiversidad Molecular UC, directora
alterna del Instituto Milenio CRG y también investigadora principal del Instituto Milenio
BASE de ciencia antártica.
La académica UC subraya la importancia de los resultados, luego que en marzo de 2024
Chile detectara casos positivos de gripe aviar en pingüinos, cormoranes y skúas en la
Antártica. “A través de la detección de skúas muertas en sus regiones de nidificación, toma
de muestras y posterior análisis de laboratorio, logramos detectar casos positivos de gripe
aviar de alta patogenicidad del subtipo H5N1”, destaca la Dra. Fabiola León, integrante
del equipo de investigación UC/CRG/BASE. “Es fundamental comprender estos resultados
como una información vital para evaluar el avance de esta enfermedad emergente en la
región antártica, comprender el posible impacto de la biodiversidad y además proponer
medidas de prevención y vigilancia en localidades remotas para las próximas temporadas
reproductivas más allá del círculo polar antártico”, dice.

Durante el verano austral 2024-2025, un equipo de investigación monitoreó colonias de
aves marinas en la península Antártica y detectó una mortalidad inusual en skúa polar del
sur (Stercorarius macckormicki) y skúa parda (Stercorarius antarcticus). Las aves,
encontradas cerca de sus sitios de anidación, mostraban signos compatibles con la
enfermedad, incluyendo vómitos secos y alteraciones en su postura al morir.
El brote se suma a la propagación del virus desde Sudamérica hacia el continente
antártico, siguiendo un preocupante patrón de expansión global. Desde 2023, el HPAIv ha
causado estragos en diversas especies de aves en el hemisferio sur, y ahora amenaza a las
poblaciones antárticas, donde los ecosistemas son particularmente vulnerables.
“Las aves marinas son un del grupo de aves con mayor número de especies amenazadas.
Su importancia como indicadores de la salud de los ecosistemas es de gran relevancia. La
detección de este virus en el extremo sur subraya la necesidad de una vigilancia
constante”, advierte el Dr. Lucas Krüger (INACH/BASE) integrante del equipo de
investigación compuesto por Dra. Fabiola León (UC/CRG/BASE), Mg. Claudia Ulloa
(UC/BASE), Mg. Eduardo Pizarro (UC/CRG/BASE), Dr. Poulin (Uchile/BASE), Catalina Pardo-
Roa (UC/Emory-CEIRR) y Dra. Juliana Vianna (UC/CRG/BASE/Lili).

Los estudios se realizaron a dos especies de aves: skúa polar del sur (Stercorarius
macckormicki) y skúa parda (Stercorarius antarcticus) durante etapas tempranas y
posteriores a su período reproductivo. Aspecto relevante, destaca el equipo científico, ya
que la temporada de apareamiento incide en el comportamiento de las aves y su apego al
nido. Aspectos que permiten con mayor facilidad la toma de muestras científicas y la
observación de sus cambios en patrones de comportamiento. Luego de la temporada
reproductiva, en el verano antártico, las aves migran hacia el norte para su posterior
invernación.
Los próximos pasos de la investigación buscarán aumentar la vigilancia en otras especies y
distintas localidades, detectar la presencia de respuesta inmune a través de la evaluación
de anticuerpos en las muestras de sangre colectadas en aves vivas y condición fisiológica
de las mismas. Además, se buscará reforzar las medidas de bioseguridad para prevenir la
dispersión involuntaria del virus de los visitantes a la región antártica.
Los detalles del estudio ya se encuentran disponibles en el pre print “Skuas mortalities
linked to positives HPAIV A/H5 beyond Polar Antarctic Circle” (Mortalidad de skúas
vinculada a positivos de HPAIV A/H5 más allá del Círculo Polar Antártico)
https://doi.org/10.1101/2025.03.02.640960
Fotos: Constanza Barrientos (BASE)
Fuente: Instituto Milenio Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos (BASE)