Concepción, 9 de julio de 2014. Mañana jueves 10 de julio, a las 19:30 horas, en la Corporación Cultural Alianza Francesa de Concepción, el ingeniero civil en Telecomunicaciones, de la Universidad de Concepción (UDEC), Felipe Pedreros, ofrecerá una charla denominada “Destino Polo Sur: un año al fin del mundo”.
En el centro del continente antártico se encuentra la base Amundsen-Scott, ubicada en el punto más austral de nuestro planeta, el polo sur. En este sitio tan remoto, el Pedreros vivió durante ocho meses y mañana, de regreso en su trabajo en el Observatorio Geodésico Tigo de la UDEC, contará su experiencia en uno de los lugares más inexplorados del globo, narrando su vida cotidiana en la base y las fascinantes experiencias científicas vividas.
Como uno de los primeros chilenos que estuvo trabajando casi un año en el polo sur, Felipe confesó la necesidad de compartir el material audiovisual recopilado y las vivencias que compartió con 44 investigadores extranjeros. “Hay muchodesconocimiento sobre la Antártica y me interesa contar a través de mi experiencia cómo es este lugar misterioso; por eso voy a explicar detalles de este continente y las estaciones que existen en la Antártica y, principalmente, sobre el lugar donde estuve, la base Amundsen-Scott”, explicó.
Felipe compartirá su experiencia como operador -junto al estadounidense/filipino Blaise Kuo Tiong- del telescopio astronómico, apoyando técnicamente al descubrimiento de los primeros neutrinos extragalácticos detectados por el proyecto IceCube.
Según Pedreros, este telescopio es un detector que necesita estar funcionando el 100 por ciento del tiempo, por lo tanto, cualquier desperfecto debe ser solucionado de manera rápida. “Esto se convierte en algo entretenido, porque aunque por tiempos no pasaba nada, sabías que en algún momento se podía generar una emergencia y tenías que arreglar rápidamente el detector desde la base o incluso ir al mismo telescopio, que está ubicado a 1 kilómetro de distancia, lo que implicaba caminar por el hielo, muchas veces de madrugada. Allá el invierno es tan frío que no puedes ocupar motos, sino que sólo caminar, por lo tanto, congelarse cada vez que salías, era parte de la rutina”, añade.
A pesar del largo periodo de aislamiento, asegura que vivió su pasión por la astronomía de forma intensa, no solo como encargado del detector, sino por la experiencia de compartir con investigadores extranjeros, que también están aportando a la ciencia desde el punto más austral del planeta.
Intentando realizar una vida lo más normal posible, el día a día en la base Amundsen-Scott, consideraba actividades y lugares de entretención, como gimnasio y sala de música, donde Pedreros pasaba parte del tiempo tocando batería, junto a la banda musical que formó en estos meses en la Antártica.
Recuerda que lo más complejo fue regular el ciclo del sueño, debido a los seis meses de noche continua. “Muchas veces pasaba 24 horas despierto. Tenía un gran desorden que me fue imposible regular y tuve que aprender a convivir con un sueño desordenado”, comenta.
A partir de esta inédita experiencia, el ingeniero de la UDEC participará en la reuniónbianual del proyecto IceCube, a realizarse entre el 15 al 19 de septiembre en Ginebra (Suiza), donde junto a su compañero estadounidense contará su experiencia como operador winter-over del observatorio de neutrinos más grande del mundo. “Mis proyectos son seguir viviendo experiencias como ésta, en lugares tan fascinantes como la Antártica”, concluye.
Fuentes: Panorama UDEC, Dirección de Relaciones Institucionales e INACH